Diario de instalación del hotel de aguas termales Wujielehuo del lago Benxi Guanshan

27 de septiembre
Benxi
Soleado
Diario de instalación 5

Cada ciudad de la provincia de Liaoning tiene su propia personalidad. Hoy nos dirigimos a las instalaciones del cliente en Benxi. Al describir Benxi, se podría decir que es pequeñísima, pero completamente funcional. Al ser una ciudad montañosa compacta, su terreno accidentado se extiende a lo largo de pocos kilómetros con drásticos desniveles. Caminar aquí resulta desafiante: un paseo de un kilómetro aquí se asemeja a una caminata de tres kilómetros en otro lugar, lo que la convierte en un lugar ideal para quienes disfrutan caminando para hacer ejercicio. Sorprendentemente, la calidad del aire es excepcional, con vistas panorámicas de montañas, ríos y exuberante vegetación. Retirarse aquí ofrece una vida tranquila en plena naturaleza.

La famosa sopa de cordero local, con su caldo claro y carne tierna, es indescriptible. Después de la comida, ir directamente a la zona de clientes me dejó completamente maravillado. Este lugar se asemeja a un paraíso terrenal, donde el arte de la naturaleza inspira asombro a cada paso. Confinados en entornos urbanos durante tanto tiempo, nunca habíamos experimentado una conexión tan profunda con la naturaleza. Las montañas, las aguas cristalinas, los cielos azules y los bosques frondosos crean una atmósfera de serenidad y tranquilidad, ofreciendo una escapada liberadora que cautiva a los visitantes. Las casas cápsula espaciales se alzan precisamente aquí, encaramadas sobre afloramientos rocosos en perfecta armonía con el entorno. Una breve estancia aquí encarna la esencia de la tranquilidad, la ausencia de asuntos mundanos que agobien la mente, la ausencia de tareas triviales que fuercen el cuerpo, la personificación de la relajación pura.

Si hubiera traído una caña de pescar entonces, este habría sido el lugar donde más deseaba quedarme todo el día. Incluso me imaginé pescando aquí mientras mi amante imaginario se relajaba en el balcón, tomando té, respirando el ambiente natural rico en oxígeno, nuestras miradas encontrándose en una armonía de satisfacción que rara vez se encuentra en el ajetreo de la vida. Sin embargo, la realidad no me ofrecía caña de pescar, ni casa móvil, ni ese compañero imaginado.